Telefónica aplaza cualquier decisión sobre STC hasta conocer la resolución del Gobierno | Economía

El esperado consejo de administración de Telefónica celebrado este miércoles, el primero tras el anuncio de la entrada en el capital de la operadora de Saudi Telecom Company (STC), ha sido más sosegado de lo que se esperaba. El presidente de la multinacional española, José María Álvarez-Pallete, ha tranquilizado a los principales accionistas (La Caixa, BBVA y el fondo Blackrock) sobre las intenciones “amistosas” del grupo saudí, que le ha trasladado que no interferirá en la gestión de la compañía, según fuentes conocedoras de la reunión.

La intención de STC es solicitar el plácet al Gobierno de España para hacer efectiva la compra del 5% del capital que mantiene aparcado en instrumentos financieros y, junto con el 4,9% que ya detenta oficialmente, consolidar su posición como primer accionista de la operadora española. Solo cuando cuente con ese permiso oficial, la compañía saudí pedirá un puesto en el consejo, aunque ha reiterado su apoyo al actual equipo gestor, según fuentes consultadas por este diario.

De cara a la reunión del consejo, el presidente de Telefónica manejaba información de primera mano, puesto que ha mantenido al menos dos reuniones con la cúpula directiva de STC. Viajó a Riad el día 7 junto al consejero delegado, Ángel Vila, dos días después de que el grupo saudí anunciara la entrada en el capital de la empresa española. Y la pasada semana, el día 18, volvió a encontrarse con el consejero delegado de STC, Olayan Alwetaid, con motivo de una reunión de la GSMA, la organización mundial de operadoras de telecomunicaciones, cuya presidencia de turno ostenta Pallete.

Con todo, la entrada de STC no era el principal asunto en el orden del día de esta reunión del consejo, que tenía carácter ordinario, puesto que estaba convocada con antelación como todos los últimos miércoles de cada mes. Aunque en esta ocasión la operación de los saudíes haya centrado la atención de los consejeros, en particular de los independientes, ya que los dominicales (BBVA y La Caixa) estaban al tanto. Pallete ya mantuvo conversaciones con Carlos Torres, presidente de BBVA, e Isidro Fainé, presidente de Criteria Caixa y vicepresidente y miembro del consejo de Telefónica, para explicarles el movimiento saudí, del que oficialmente se enteró el mismo día en que se produjo. La Caixa y su brazo inversor Criteria poseen el 5,98% del capital de Telefónica. Blackrock tiene el 4,98%, y BBVA el 4,87%.

La actitud del consejo y de los gestores de Telefónica es la de “esperar y ver” porque entienden que ahora la pelota está en el tejado del Gobierno, que deberá decidir sobre la entrada de STC, según las citadas fuentes, aunque el grupo saudí aún no ha formalizado esa petición al Consejo de Ministros, como admitió esta semana Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación.

El Gobierno tiene la potestad de paralizar la toma del 9,9% de Telefónica por STC, participado en un 64% por el Estado saudí a través del fondo soberano FIP, por razones de seguridad nacional, puesto que la multinacional española es una compañía estratégica con contratos con el Ministerio de Defensa en materia de telecomunicaciones y ciberseguridad. Incluso puede aplicar una norma de 2003 (el artículo 7 de la Ley 19/2003), que le permitiría suspender, casi a voluntad y sin ningún límite, la entrada de los saudíes en el capital de Telefónica. Sin embargo, todo apunta a que el Ejecutivo autorizará la operación, pero sometiéndola a una serie de condiciones de forma similar a las aplicadas en 2021 a la compra del 23% de Naturgy Energy Group por el fondo australiano IFM Global Infrastructure, según adelantó EL PAÍS.

Entre esas condiciones se incluyen el respaldo a ciertas políticas corporativas, como la inversión en proyectos importantes para el país; el mantenimiento de la sede y el empleo en España; una política prudente de pago de dividendos y un ratio de apalancamiento con grado de inversión. Además, el comprador estaría obligado a abstenerse para apoyar posibles ventas de activos críticos o respaldar cualquier oferta para sacar a la compañía de Bolsa.

El Ejecutivo es consciente de que un veto frontal a la operación mandaría un mensaje muy negativo a los inversores extranjeros como el Fondo de Inversiones Pública (FIP) de Arabia Saudí. La capacidad de movilización de este tipo de fondos dependientes del capital estatal se ha puesto de manifiesto esta semana en la Asamblea Anual del Foro Internacional de Fondos Soberanos (IFSW, por sus siglas en inglés) que ha tenido lugar en Madrid, y en la que han participado más de 200 representantes de 45 fondos soberanos, inversores institucionales, empresas y políticos españoles, entre otros.

Movimientos de la acción y plan de bajas

Ante la entrada de STC en el capital de Telefónica, los accionistas principales de la operadora se están posicionando con compras de títulos en el mercado. Criteria Caixa ha adquirido en los últimos meses más de 750.000 acciones, con una inversión total de 3,1 millones de euros y precios que iban desde los 3,73 euros en el arranque del mes a algo más de cuatro euros en las últimas transacciones, según ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Por el contrario, el fondo estadounidense Blackrock, que no posee representante en el consejo, elevó recientemente al 0,6% su posición corta en Telefónica, desde el 0,5% anterior. De este modo, el fondo de inversión norteamericano apuesta por una bajada en la cotización de la operadora española, que el día 19 cerró por encima de los cuatro euros por primera vez desde el 10 de mayo.

Las acciones de Telefónica finalizaron la jornada de este miércoles en 3,865 euros, dejándose un 1,7%, aunque con una revalorización del 12,3% en lo que va de año y del 3% en comparación con los 3,75 euros en los que cerró el día 5, cuando se hizo pública la irrupción de STC en la compañía.

Precisamente, la revalorización de la acción para premiar la confianza de los accionistas es el primer objetivo que se ha marcado Álvarez Pallete en el nuevo plan estratégico para los años 2023-2026 que presentará el 8 de noviembre en el primer Investor Day de la compañía en 12 años. Cuando Pallete accedió a la presidencia de Telefónica el 8 de abril de 2016, la acción cotizaba a 9,31 euros, más del doble de la cotización actual y lejos de los 20 euros que alcanzó en 2007.

La entrada de STC se produce en un escenario muy convulso de las telecomunicaciones en España aquejado por la competencia low cost de compañías como Digi que están dinamitando los precios y arrebatando clientes e ingresos a las grandes operadoras. Para paliar los efectos de ese terremoto, Orange y MásMóvil han decidido fusionarse, y están pendientes del permiso de Bruselas. Por su parte, Vodafone negocia la venta de su filial española al fondo británico Zegona. Y Telefónica, que por su carácter de operador incumbente no puede afrontar ese tipo de operaciones corporativas, debe convencer a nuevos inversores como el grupo saudí para que apuntalen sus inversiones o al recorte de costes. Entre ellos, los laborales, ya que, según fuentes sindicales, la compañía prepara un nuevo plan de baja voluntarias (PSI) tras el que aplicó entre 2021 y 2022 que afectó a 2.300 trabajadores con un coste de más de 1.300 millones de euros.

Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal

La agenda de Cinco Días

Las citas económicas más importantes del día, con las claves y el contexto para entender su alcance.

RECÍBELO EN TU CORREO

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites