Valencia protagonizó este jueves una pesadilla . Una veintena de dotaciones de bomberos, policías nacionales y locales, militares y personal sanitario se movilizó para parar las llamas de un incendio declarado a las cinco y media de la tarde en un edifico de viviendas en el barrio de Campanar. El fuego destruyó dos edificios —en el que se originó y otro anexo— obligando a desalojar a todos los vecinos. En estos momentos, hay 14 personas desaparecidas y cuatro fallecidos . En cuanto a los hospitalizados, quedan cinco heridos, cuatro de ellos bomberos, con quemaduras e intoxicados por el humo . En un incendio de este calibre, las quemaduras originadas pueden ser muy graves y poner en peligro la vida del herido. Aquí entran en juego las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), piedra angular para la recuperación de los grandes quemados . Así se les conoce a los pacientes que presentan más de un 20% de su superficie corporal quemada o sufren quemaduras menos extensas, pero con una edad o enfermedades que exigen que se les administre de manera abundante líquidos por vía intravenosa. Las quemaduras de mayor grado suelen sufrirse por el contacto con el fuego, con químicos o por electrocución. Los días siguientes al ingresos son los más graves para el paciente, y su supervivencia depende también del porcentaje de piel quemada que presenten. Noticias Relacionadas estandar No El día después en la zona cero del incendio en Valencia: «Nadie entiende nada» Toni Jiménez estandar No El balance oficial es de cuatro muertos Un matrimonio joven con un bebé de quince días y un niño de dos años, entre los desaparecidos Dounia Sbai «Necesitan asistencias y curas complicadas y repetidas », explica el doctor Manuel Sánchez, especialista en heridos por quemaduras graves del servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario La Paz de Madrid. Según informa para laa Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), en sus instalaciones tienen en cuenta factores como la nutrición y la rehabilitación temprana , con el objetivo de poder brindar una asistencia y mejora del paciente rápida y completa. Ventilación mecánica, hidratación intravenosa y sedoanalgesia La rehabilitación de un gran quemado exige equipos multidisciplinares en los que participen fisioterapeutas, psicólogos, internistas, cirujanos… entre otras especialidades. «La piel es un órgano más y su pérdida repercute en todo el organismo» , prosigue Sánchez, que detalla que el paciente necesita simultáneamente tratamientos y técnicas que protejan varios órganos a la vez. Por ejemplo, hacen uso de apósitos cicatrizantes, técnicas de control del aporte de fluidos, de diálisis, para posibles infecciones, medicación para mantener una tensión arterial adecuada, ventilación mecánica o sedoanalgesia. Las quemaduras de mayor grado suelen sufrirse por el contacto con el fuego, con químicos o por electrocución Peligro de desnutrición en los grandes quemados El doctor también incide en la importancia de la nutrición : «Es clave para frenar el hipermetabolismo originado por el trauma térmico. Si la pérdida de masa magra en un quemado supera el 10% del total, se producirá un retraso de la cicatrización de las quemaduras , de las zonas injertadas y de sus zonas donantes de piel, lo que traería consigo un aumento de las infecciones». Además, podría incrementar el riesgo de padecer una neumonía, según hace saber la doctora Marta Ugalde, intensivista del Hospital Universitario de Cruces. Las necesidades calóricas de los grandes quemados son mayores en comparación con el resto de las patologías, por lo que necesitan una dieta hipercalórica e hiperproteica , suplementadas con glutamina y vitaminas antioxidantes. «Si se aplica una terapia nutricional temprana se reduce la respuesta al estrés y la estancia en UCI. Si se da por vía oral, permite mantener el trofismo de la mucosa intestinal y aumentar la producción de inmunoglobulinas en el intestino, lo que ayuda a evitar úlceras y el riesgo de sepsis », prosigue la doctora Ugalde. «La dieta hipercalórica ayuda a evitar la aparición de úlceras o de padecer sepsis» Marta Ugalde Intensivista del Hospital Universitario de Cruces La desnutrición conllevaría, además, un retraso en la rehabilitación, pilar fundamental en la recuperación de estos pacientes. El objetivo de iniciarla ya en la UCI es «evitar la debilidad adquirida por la propia hospitalización, disminuir las comorbilidades asociadas a las lesiones por quemadura y lograr una mejor calidad de vida tras la recuperación», explica el doctor Jacinto Baena, intensivista del Hospital Vall d’Hebron. Terapias para la elasticidad de la piel Desde el primer día que entran en la UCI se prioriza la recuperación motora del paciente, con medidas posturales y terapias pasivas que engloban tanto la movilidad como la elasticidad de la piel. Estas se acompañan de fisioterapia respiratoria para recuperar una capacidad pulmonar adecuada , especialmente en los pacientes que han experimentado inhalación de humos. «En una segunda fase, seguimos buscando un correcto balance articular y postural, pero ya introducimos la reeducación para realizar actividades de la vida diaria. Posteriormente, será el turno de la minimización y aceptación de las secuelas, con una reeducación enfocada a recuperar la mayor autonomía posible», añade Baena.
Apósitos cicatrizantes, nutrición hipercalórica y fisioterapia desde el primer día: así trabajan las UCI para salvar a los grandes quemados
